viernes, 31 de julio de 2009

RECUERDOS DE MADRECITA

Escrito el 26 de Diciembre de 2003

“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Así Sea”.

En la madrugada del 24 de Diciembre de 2003, nuestra amada Madrecita Laura Antonia ha regresado al astral, dejando a sus inconsolables hijos en esta tierra.

Ella la única y verdadera Profeta del Divino Padre Creador en este plano se ha ido.

Estamos ciertos que ella, ese espíritu tan selecto del Padre, había cumplido cabalmente su misión hace muchos años, aún así por el infinito amor que tenía hacia sus hijos fieles había permanecido junto a nosotros hasta ahora, pero también el Padre la reclamaba para su trono y ella voló junto a él.

¡Cuán desdichados e inconsolables hemos quedado sus hijos en este plano!!!!

Oh! Amada Madrecita Laura Antonia, escribo porque mi espíritu necesita dejar salir esos sentimientos, te amo y prometo que seguiré firme en la senda que tú nos trazaste con tu infinito amor, sabiduría y justicia. Pude decir tantas cosas ayer y solo torpes frases salieron de mi boca....

Madrecita, tal vez algunos de los hijos que dejaste se alejarán, pero vendrán otros que con solo oír las maravillas que podremos contar de ti te amarán y reconocerán a la única y verdadera Profeta de Dios Todopoderoso en esta tierra. Por nuestras bocas sabrán de tu misión, de tu obra maravillosa, de tu ayuda a los más necesitados, de tu incansable lucha, sin claudicaciones en pos de la verdad y la justicia.

Nos enseñaste del amor del Padre, de su justicia infinita, tantas cosas que sería imposible enumerar o dejar en palabras terrenas, nuestros pequeños espíritus apenas alcanzan a visualizar un granito de arena de lo que tu eres, del gran y maravilloso espíritu que teníamos encarnado junto a nosotros... Oh!! Madrecita adorada, hoy más que nunca me doy cuenta de lo insignificante que somos frente a la obra del Padre, al conocimiento y sabiduría que tu trataste de inculcarnos, a costa aún de tu materia física.

Cuántos sinsabores, cuantas penas te hicimos pasar en este plano, pero hoy has vuelto al astral, junto al Padre, una pena infinita para tus hijos que nos hemos quedado a la espera de volver a estar contigo y ver nuevamente tu bello rostro, poder besar tus manitos o tener la dulce sensación de sentirte cerca. El Padre en su infinita misericordia permita que el tiempo de espera sea breve....te amo Madrecita linda....

Santiago de Chile, 26 de Diciembre de 2003.

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